Qué es Soberbia:
La palabra soberbia proviene del latín superbĭa y es un sentimiento de valoración de uno mismo por encima de los demás, sobre-valoración del yo respecto de otros, es un sentimiento de superioridad que lleva a presumir de las cualidades o de las ideas propias y menospreciar las ajenas.
La soberbia se diferencia del orgullo en que éste último es disimulable, apreciado cuando surge de virtudes o de causas nobles, y la soberbia manifiesta el deseo de ser preferido por otros, basándose en la satisfacción de la propia vanidad, del yo, del ego. Se puede decir que el orgullo puede derivar para la soberbia. La soberbia es una actitud orgullosa consistente en la perspicacia de aquella persona que se envanece a sí misma.
Popularmente, se llama también soberbia a la rabia o al enfado que muestra una persona de manera exagerada ante una contrariedad. Y es considerado por la teología católica uno de los siete pecados capitales.
Algunos sinónimos de soberbia son, altanería, altivez, arrogancia, vanidad, etc. Lo contrario de soberbia es la humildad, la sencillez, la modestia, etc.
Manifestaciones del orgullo en grado de soberbia
Si una persona manifiesta algún tipo de rebeldía cuando no quiere obedecer, su orgullo se ha transformado en soberbia.
Si una persona es autoritaria al mandar, tiene envidia de los valores de los demás, critica a los envidiados, es una persona con soberbia.
La mayoría de los momentos con malhumor en la convivencia familiar y la mayoría de los enfados derivan de un orgullo individual que se ha transformado en soberbia.
Las personas con soberbia nunca tienen dignidad y mucho menos aceptan sus errores.
Frases sobre la soberbia
"El oro hace soberbios, y la soberbia, necios." Proverbio
"Un dia será el mundo con su impersonalidad soberbia contra mi extrema individualidad de persona, pero seremos uno solo." Clarice Lispector
"La soberbia es el vicio de los ignorantes." Leonardo Murialdo
"Donde hay soberbia, allí habrá ignorancia; mas donde hay humildad, habrá sabiduría." Salomón
"La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder." José de San Martín
Deseo compulsivo por solicitar piropos o alabanza de la gente. Son personas que están buscando y desean con anhelo tener reconocimiento, distinción, alabanzas por parte de los demás. Se pasan buscando que los demás les admiren y les hagan ver todo lo que han logrado y todo lo que tienen. Y acá muchas veces los demás caen el punto de querer obtener algún beneficio de esa persona, incluso hay quienes se prestan a alabar a alguien con tal de decirse su “amigo” porque eso les abre puertas. Una cosa es que tengas el talento para algo y otra que los demás te digan algo para congraciarse contigo. Por lo general son personas que dicen: “qué bueno que soy esto”, “nadie como yo”, “tengo un cuerpo espectacular”, “soy tan inteligente”, y situaciones parecidas. Están buscando que les digan: “qué bien que te ves”, “qué bien que lo haces”.
Te la pasas hablando de tus logros y éxitos. Todos tenemos dones y talentos que se nos fueron dados. Hay quienes los usan, mientras que otros ni se apuran por descubrirlos o no los trabajan, pero hay otros que se la pasan haciendo un recuerdo y no de los daños, como diría Gloria Trevi, sino de todos sus logros. Son esas personas que se te la pasan diciendo: “es que tengo tal cosa”, “viste lo que me compré”, “vengo llegando de...”. Aún así lo tengas, no es necesario que lo estés diciendo, se nota y punto. Cuando les hablas más de ti, de lo que eres, de todo lo que logras, a los demás, eres soberbio. Lo que tienes no es para competir. Pero, hay muchas personas que viven en plena competencia por lo que los demás poseen, logran, dicen o hacen. Y créeme -por experiencia propia- eso de andarse comparando es complicado, como lo vimos ya en un blog anterior. Cuando esto ocurre, tratas de ver a todos por debajo de ti y haces sentir mal a los demás, bueno, a quienes eligen sentirse menos, cuando te dedicas a sacarles los ojos con tus logros.
Cuando miro atrás, por ejemplo, en lo personal, recuerdo parecer un marinero contado sus historias, anclado en decirles a todas las personas qué había logrado y hasta dónde había llegado. Casi era una réplica de aquél personaje de la telenovela “Café con Aroma de Mujer”, que se empeñaba en decirles a todos, que aunque estaba de secretaría, ella había cursado “seis semestres de finanzas en la San Marino”. En mi caso era: “yo tal cosa, yo tal otra, yo esto y yo aquello”. Qué pena, pero qué bendición es poder hoy reconocerlo y haberlo superado. Valgo por quien soy, no por lo que tengo, ando, visto, gozo o he logrado, porque además nada ha sido si no más que la obra de Dios en mi vida.
Siempre deseas tener el control. Esto cobija a todas las personas que desean controlar a los demás, que no aceptan que cada quien tenga su propia opinión o un gusto diferente. Quieren que la gente sea a su imagen y semejanza, que piensen como piensan, que hagan o digan lo que él haría o diría. Son aquellas personas que deciden por los demás, casi son como dictadores porque no aceptan nada que no sea lo que ellos imponen: si van al cine es la película que ellos eligen, le dicen a las personas cómo vestir, qué poner, ellos eligen a dónde comer, qué tipo de carro, qué deben comprar los demás y así. Claro está para que esto suceda la persona debe ser sumisa o insegura a tal modo que permite una manipulación de ese tipo. Así que mucho ojo, ¡aguas! por ambas partes.
Regocijarse por el fracaso de otros y resentirse por el éxito de los demás. Así de simple, otra de las señales de que somos arrogantes, soberbios y orgullosos es cuando las personas se alegran del mal ajeno, de lo mal que la están pasando los demás. “Qué bueno que le pasó eso”, “bien merecido que se lo tenía”, “algo habrá hecho para merecerse eso”, “cosechas lo que siembras”, “cada quien su vida”, son algunas frases típicas para identificar a estas personas. Son aquellas personas que se regocijan alguien fracasa y se alegran cuando a alguien le va mal, hacen leña del árbol caído.
soberbia
- altivez, inmodestia, presunción, orgullo, altanería, arrogancia, vanidad, engreimiento, impertinencia, jactancia, endiosamiento, suficiencia, fatuidad, pedantería, aires, humos, ínfula
soberbio
- altivo, inmodesto, presuntuoso, orgulloso, altanero, arrogante, vanidoso, engreído, impertinente, jactancioso, endiosado, hinchado, fatuo, pedante
- excelente, majestuoso, magnificente, opulento, espléndido, magnífico, estupendo, maravilloso, grandioso, sublime, regio, admirable, insuperable
Una persona acusa a otra de manera muy agresiva sobre algo malo que supuestamente ha hecho y después se demuestra que no hizo. A pesar de eso, no le pide disculpas, manteniendo además una actitud intolerante y arrogante como si la ofendida fuese ella.
Ejemplo 2: Una persona que habiendo triunfado en algún terreno o habiendo ganado mucho dinero se vuelve de manera rígida e inflexible, en alguien despreciativo sobre aquellos que han tenido menos suerte en la vida.
Ejemplo 3: Las personas que tienen prejuicios de clase por haber nacido en algún ambiente acomodado y que caracteriza como inferiores a los que no poseen ningún tipo de estatus económico o social.
Más ejemplos: Son ejemplos de actitudes y de personas soberbias, las que tratan de imponerse a los demás a toda costa, los que no piden perdón por sus errores, el hecho de estar exigiendo a los demás el reconocimiento de la propia valía sin que ésta sea tal, o despreciar y maltratar a los demás con caras,muecas, palabras o formas mientras el soberbio se dedica piropos a sí mismo.
Ejemplo 2: Una persona que habiendo triunfado en algún terreno o habiendo ganado mucho dinero se vuelve de manera rígida e inflexible, en alguien despreciativo sobre aquellos que han tenido menos suerte en la vida.
Ejemplo 3: Las personas que tienen prejuicios de clase por haber nacido en algún ambiente acomodado y que caracteriza como inferiores a los que no poseen ningún tipo de estatus económico o social.
Más ejemplos: Son ejemplos de actitudes y de personas soberbias, las que tratan de imponerse a los demás a toda costa, los que no piden perdón por sus errores, el hecho de estar exigiendo a los demás el reconocimiento de la propia valía sin que ésta sea tal, o despreciar y maltratar a los demás con caras,muecas, palabras o formas mientras el soberbio se dedica piropos a sí mismo.